Autógeno

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Introduction Contemplador sin contemplaciones emboscado en el desasimiento desde la exigencia de ser una senda evolutiva negada a la especie. Indiferente a la faramalla de la ambición, me cercioro a tal efecto no exento por completo de la lucidez en cuyos desvelos mejor me quisiera abonado de ingenio que abandonado a la suerte de mi melarquía. Acaso mi obra sea impublicable, ignoro si por trabar el desaliento en ausencia de mayor fascinación, o por volverla hiriente cuando creo atentar contra la normalización del pensamiento. Si escribir es un arte menor del vivir, me confieso cáncer de mí mismo en el malogrario de mis letras y ajuste de cuentas con la eternidad en el pulso de las ideas. Reconocerán mi territorio por las cenizas de los ídolos que hube de inmolar tras el oro de la visión, luego sepan mis veedores que los obsequio con joyas hechas de disenso, inadherencia, ingenesia y mordacidad. Aquí se toca hueso con perspectiva y se siente en cada pieza el nietzscheano esmero de «establecer de una forma nueva el peso de todo».
Interests En un mundo consagrado a crecer en envilecimiento, puede que la verdadera elevación comience por arrojarse de cabeza al vacío. Durante mi descenso, si no me fuera dada la virtud de lastimarlos con belleza, permítanme fingir que aún me es hacedero facilitar un antídoto contra el hábito deleznable de sobrevivirse. Desengañado de la condición humana, me siento fiel a las excepciones que la excusan fuera de males tan comunes como la brutalidad, el afán de posesión, la afirmación colectiva y el triunfo personal, vicios que no necesito incorporar a una realidad entregada a la locura de reinventar sus formas de reventarnos. No quiero la vida como un marido a su mujer, sino como el amante que puede despedirse sin aflicción de su furtiva cuando han saciado juntos el frenesí. En el caso de que algún resto perdure de esa unión, excusen que mis síntomas sean más perversos que yo.