Paul Durham

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Introduction ...Murmuró la clave, «Abulafia» y el último rastro de esperanza se desvaneció, un cuadrado negro sobre blanco de un metro de ancho aproximadamente, cubierto de iconos, apareció en medio del aire frente a él. Le dio a la ventana del interfaz un golpe de furia; se resistió como si fuese sólida y estuviese firmemente anclada. Como si él también fuese sólido. En realidad, ya no necesitaba más pruebas, pero agarró la parte superior y se levantó del suelo. Instantáneamente lo lamentó; el conjunto realista de efectos del esfuerzo —hasta un pinchazo plausible en el hombro derecho— lo anclaba a su «cuerpo», lo unía a ese «lugar», exactamente de la misma forma en que sabía que debería estar haciendo todo lo posible por evitar. Se bajó con un gruñido. Era la Copia. No importaba lo que le dijese su memoria heredada, «ya no era» humano; «nunca» volvería a habitar su cuerpo real. Nunca volvería a habitar el mundo real... a menos que el rácano de su original reuniese el dinero para un robot de tele presencia, y en ese caso pasaría el tiempo vagando en una nube...