Hera

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Introduction La de los grandes ojos, la diosa de los níveos brazos, pasó de los montes al vasto Olimpo. Como corre veloz el pensamiento del hombre que, habiendo viajado por muchas tierras, las recuerda en su reflexivo espíritu y dice: estuve aquí y allí...; tan rápida y presurosa volaba la venerable Hera, calzada con sus sandalias de oro, que pronto llegó al Olimpo. Los dioses inmortales, que se hallaban reunidos, se levantaron al verla y le ofrecieron copas de néctar.
Interests Amante de los paseos sin rumbo, de los pensamientos que no van hacia ningún lugar, de las tardes infinitas, de las conclusiones que no concluyen, de improvisar con el piano cuando creo que nadie me escucha, de ver el mar cuando la noche ha caído, de robar un beso inesperado...